Cuando pienso lo que he querido ser y lo que soy, el llanto hincha las venas de mi garganta, y mil sueños malogrados gritan como víctimas dentro de mí.
¡Oh, el corazón de un hombre que ha pasado de la juventud es semejante al de un asesino!
Con la conciencia turbada, recuerdo los años que pasaron.
Los sueños malogrados claman dentro de mí como víctimas amordazadas; y la juventud pura y resplandeciente se alza ante mis ojos como una virgen abandonada, silenciosa y patética.
¡Oh, el corazón del hombre que ha pasado de la juventud es semejante al de un malhechor!
Me encantó, cuantas verdades en tan corto espacio, Rafael era el maestro reconocido por Borges, de él decía Borges que tenían prohibido criticar a los escritores de otros movimientos literarios.
ResponderEliminarSí, aquí donde lo ven este señor que casi nadie conoce era el escritor más admirado por don Jorge Luis. Digo yo que por algo sería...
ResponderEliminarSoñarte hermosa,
ResponderEliminarfeliz y en otros brazos.
Pero soñarte.
(CEREIJO)
No es malo el mal que nos libra de otro mal mayor.
ResponderEliminarEra yo una piedra que arrojaron lejos y cayó
ResponderEliminarEras tú una piedra que arrojaron lejos, a mi lado
(ZANASIS JATSÓPULOS)