jueves, 11 de diciembre de 2014

Así te hubiera amado (por Dulce María Loynaz)


Como la rosa en el rosal...

así, armoniosamente,

sencillamente estaba la palabra

de paz sobre tu boca.

A ella hubiera ido

yo con las manos juntas

en cuenco tembloroso

a recoger frescura, verdad, amor...


Como la rosa en el rosal, así espaciaba

tu corazón fragancia; así volvía

blancura y suavidad la tierra que lo ataba...


¡Y así te hubiera amado, con la tierra

hecha luz en tu frente hacia la luz

por el instinto vertical del cielo!...


Y así pasaste de una tarde a otra,

breve y eterno... Como la rosa en el rosal.


3 comentarios:


  1. Suficiente es mejor que demasiado.

    (proverbio francés)

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  2. Cicatrizaron
    ya todas mis heridas
    excepto una.

    (RAFAEL BALDAYA)

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  3. También de Dulce María Loynaz:

    Porque ataron mis huesos
    unos con otros, soy.
    Porque algún día los desatarán
    ya no seré.
    Soy y no soy solo a través
    de este poco de cal y de artilugio.
    Camino y no me aparto de una vida
    hecha ya de antemano
    para la eterna inmovilidad,
    de una muerte
    enderezada brevemente.
    Camino todavía,
    pero mi propia muerte me cabalga:
    Soy el corcel de mi esqueleto.

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