El águila ratonera no suele reprocharse nada.
La pantera negra carece de escrúpulos.
Las pirañas no dudan de la honradez de sus actos.
Y el crótalo se entrega a la autoaprobación constante.
El chacal autocrítico está aún por nacer.
La langosta, el caimán, la triquina y el tábano
viven satisfechos de ser como son.
El corazón de la orca pesa cien kilos,
pero es, en lo esencial,
liviano como una pluma.
En el tercer planeta del sol
la conciencia limpia y tranquila
es síntoma primordial de animalidad.
Es mi poeta favorito, con Mary S. la escritora más importante, nunca te aburre
ResponderEliminar
ResponderEliminarSe ufana el charco:
-Han cavado este hoyo
a mí medida.
(RAFAEL BALDAYA)
Dos besos llevo en el alma
ResponderEliminarque no se apartan de mí:
el último de mi madre
y el primero que te di.
Águilas no cazan moscas.
ResponderEliminar