viernes, 25 de septiembre de 2015

Oh risa (por Annie Leclerc)

Yo le decía a mi hermana,
o ella me decía,
ven, ¿jugamos a reír?
Nos acostábamos una junto a la otra en la cama
y empezábamos.
Para hacer como que hacíamos, por supuesto.

Risas forzadas.
Risas ridículas.
Risas tan ridículas que nos hacían reír.
Entonces venía, sí, la verdadera risa,
la risa entera a arrastrarnos en su rompiente inmensa.
Risas estalladas, proseguidas, atropelladas, desencadenadas,
risas magníficas, suntuosas y locas...
y reíamos al infinito de la risa de nuestras risas...
Oh risa, risa del goce, goce de la risa;

reírse es de una manera tan profunda vivir


4 comentarios:

  1. Cada vez que reímos le quitamos un clavo al ataúd. "Defendiendo la risa / pluma por pluma", decía Miguel Hernández a su hijo desde la cárcel donde iban a morirle. "Es tu risa la espada / más victoriosa,/ vencedor de las flores / y las alondras"...

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  2. No son verdaderos problemas aquéllos cuya solución sólo depende de uno mismo.

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  3. El mejor humorismo es el que arranca una lágrima junto con la carcajada.

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