viernes, 26 de febrero de 2016

Cautivos que se ignoran (por Joaquín Giannuzzi)

Quinientas habitaciones tiene este edificio.

No sé quién vive del otro lado de la pared.

Aplico a veces el oído, como un médico

en el pecho del enfermo.

Hay un rumor de océano remoto,

extraños y oscuros mensajes viscerales,

que no alcanzo a descifrar. En alguna parte

del bloque de cemento gorgotea el agua

como en un intestino activo. Discontinua

confusión de voces que se apagan, se alejan y regresan

en un grito cortado. Cautivos que se ignoran,

atados a una vida que fermenta en terribles

emociones aisladas. Alguien golpea

una pared infinita, pero su código es privado.

No hay señales entre nosotros.


5 comentarios:

  1. Cuanto más larga es una palabra, más probabilidades tiene de ser uns impostora.

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  2. Ningún reloj
    se detiene al morir
    el que lo lleva.

    (RAFAEL BALDAYA)

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  3. Quien hace una excepción hace un socavón.

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  4. Nadie me podrá quitar
    la dicha de estarte viendo.
    Y la de estarte queriendo,
    sólo la muerte podrá.

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  5. Nadie ha descrito
    mejor que aquellos juncos
    lo que es el aire.

    (ANTONIO MORENO)

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