su única cabeza giratoria,
la longitud de su sonrisa, el aire
de estar y de alejarse sabiamente fingido.
Estaba rodeada de sí misma,
de admiración opaca y compartida,
bajo la oscura luz de las miradas.
La complacencia del estar henchía
de estólida ternura los objetos cercanos.
Estaba en pie sumándose a su cuerpo.
Las palabras sonaban conllevando sentidos
superfluos y crasos.
Giraba la mujer.
Rebasaba su órbita
como un pronunciamiento
de todo lo que es bello,
vacío, ritual, sonoro, triste.
como un pronunciamiento
de todo lo que es bello,
vacío, ritual, sonoro, triste.
Las palabras cortas han de significar algo. Las palabras largas pueden no significar nada.
ResponderEliminar(CHESTERTON)
Nadie vendrá
ResponderEliminara dar la vuelta a nuestro
reloj de arena.
(RAFAEL BALDAYA)