Habéis oído
la carcajada de las estaciones de ferrocarril
cuando al pasar vertiginoso el tren
les guiña el ojo:
¡Venid conmigo!
Las estaciones de ferrocarril jamás se van con él.
Reflexionan
sobre la gélida sonrisa de los horarios
y se carcajean
ante los desesperados intentos de los raíles
por alejarse a rastras de las traviesas.
No hay Parlamento
ResponderEliminarni ministros ni jueces
en la colmena.
(CUQUI COVALEDA)
Pero también hay zánganos, doña Kuki.
ResponderEliminar
ResponderEliminarAmigo F: Ésos nunca faltan.
Llegó borracho el borracho
ResponderEliminarpidiendo cinco tequilas
y le dijo el cantinero
-Se acabaron las bebidas.
Si quieres tomar un trago
vámonos a otra cantina.
ResponderEliminarSin posesiones.
Sin dinero. Sin dientes.
Del todo a solas.
(TANEDA SANTOKA)
Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida.
ResponderEliminar(DÍAZ-GRANADOS)
El poeta no es el propietario, es sólo quien transmite el secreto.
ResponderEliminar(MARINA TSVIETÁIEVA)
Rendirse a la adversidad es ponerse de su parte.
ResponderEliminar