La piedra es una criatura
perfecta
igual a sí misma
cuidadosa de sus fronteras
repleta con exactitud
de un sentido pétreo
de un aroma que no trae ningún recuerdo
nada espanta, no despierta deseos
su entusiasmo y frigidez
son razonables y llenos de dignidad
siento un reproche pesado
cuando la levanto
y su cuerpo noble
traspasa mi falso calor
Las piedras no se dejan domesticar
nos observarán hasta el fin
con ojos sosegados, clarísimos
Los hombres se hacen. Las montañas están hechas ya.
ResponderEliminarTodo idioma es loable, lo hable quien lo hable.
ResponderEliminar(PIEDRAHÍTA)
siempre tan cerca
ResponderEliminarla del ser y el no ser
las dos orillas
(RAFAEL BALDAYA)