Sobreviviente (por Cristina Peri Rossi)
Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:
Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes.
Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor.
Ya no amo.
Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje.
Ya no estoy loca.
Hay amor sin locura, pero no es amor.
ResponderEliminarSi fueras posible atrapar,
ResponderEliminarsentirte a nuestro lado,
poderte controlar,
saber cada paso que das:
si entras o si sales,
si vienes o si vas...
Del revés o del derecho, lo que hiciste ya está hecho.
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ResponderEliminarEl mudar y el mejorar, no siempre van a la par.
Después de mudar el casco la centolla,
ResponderEliminarcocerán a fuego lento en una olla.
Después de tanto haiku y tanto curro,
ResponderEliminarsi en Zumo no me dan un estipendio
abandono trotando como un burro,
como madre de Bambi en un incendio.
Nadie aquí cobra honorarios
ResponderEliminarni estipendios ni salarios.
Nuestra única alegría
es gozar de la poesía.
Nuestro única recompensa
es si el poema nos compensa.
Amigo Fred, no hay ganancia
ni provecho ni sustancia
distintos de la ilusión
del poema y su emoción.
Mi única recompensa:
ResponderEliminarver surtida la despensa.
Mi desbordante alegría
comer tres veces al día.
Y entre pito y entre flauta
no paso de blogonauta.
Blogonauta de tercera
sin un euro en la cartera.
Voy a Zumo a por doblón
y solo chupo limón.
Y el limón la sangre altera,
eso lo sabe cualquiera.
No es propio de un español
acarrear un guiñol
de Xixón hasta Granada
y al final, nada de nada.
Estos muñecos de boj
funcionan como un reloj
más mis dineros me cuesta
mantener de forma aquesta,
aun de manera sencilla,
semejante maravilla:
O daisme, o pa Sevilla.
Y nosotros, por supuesto,
ResponderEliminarno tenemos presupuesto,
ni fondos, ni subvenciones:
somos unos pobretones.
Pagamos el desayuno,
pues nunca invita ninguno.
La comida costeamos
-jamás nos escaqueamos-.
Y abonamos nuestras cenas
por carecer de mecenas.
Si alguien aspira a cobrar,
tendrá que irse a otro lugar.
Aquí tenemos poetas,
pero ni euros ni pesetas.
ResponderEliminarLlamé a Zumo y no me oyó
y si su bolsa me cierra,
volveré junto a mi suegra,
que ella siempre me apoyó.
THE END
Quedome con la boca abierta.....cuanto arte, madre mía !!
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ResponderEliminarParece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas.
(CERVANTES)
ESPEJO
ResponderEliminarSe adueña de mí como un diáfano viento
que se detiene en torno de mi propia
mirada. Detrás, miente la sombra
y se parece a mí para que me acerque
más, hasta el sueño sin frente
de una pupila en el abrazo:
en el ojo de una mitad del mundo
soy la otra mitad —¿deseada
o envidiada? Duda de amor,
que me liga con el tan dulce horror
de ser solamente porque me miro,
y contra el invisible muro
saber y nada más reflejarlo—
dos, pero ¿quién es el puro y quién el impuro?
(CARLES RIBA)