sábado, 1 de abril de 2017

Y otra vez el mar (por Germán Arens)


En Facebook

una chica que no conozco

dice que en el mar hace frío.

También que el mes de enero debería durar seis meses.


Carina, me cuenta que murió el hijo del rector,

que estaba por ir a velarlo y una tormenta

fue la excusa perfecta para no salir.


Arturo, notifica la detención de una dirigente social.

Agrega que no debe ser ninguna santa,

pero que los ciudadanos, ante la situación actual,

deberíamos saber dividir los tantos

y no permitir que un árbol nos tape el bosque.


Un amigo no puede dormir…

Su novia no lo tiene en la cabeza.


Un poeta me ofrece su libro:

“Cada tribu tiene sus propios rituales para enfrentar el misterio misterio
La nuestra, la de los poetas solitarios, no es una excepción

Cuando los poemas se guardan en un libro se vuelven definitivos
nuestro rito es compartirlos

No hacerlo puede provocar la furia de las musas y

condenarnos al eterno silencio”.

Los alacranes no están vivos.

Pertenecen al estampado de mi calzoncillo.


//


El problema no es hablar con los perros

sino contar lo que te dijeron.


//


En cuanto a forma,

color, dimensión y perspectiva

pudo haber sido una alteración visual.

Aunque estoy casi seguro

que ese resplandor del que hablo

estaba vivo.


//


El mar estaba empecinado en tragarnos. Volví a pedirle a mi hermano que pise el acelerador. No hagas caso, me dijo, no hay mar, es solo una cristalización de tu mente; el día está hermoso. Sin insistir, en un acto reflejo, abrí la puerta de la camioneta. Al dar contra el suelo sentí dolor, no puedo expresarlo de otra manera: dolor. Mi codo derecho se desarticuló por completo y salvo movimientos del hombro mi brazo quedó inutilizado. Fue entonces que giré la cabeza, y otra vez el mar, perdiendo su liquidez, levantándose ante mí como una cobra gigante. 



6 comentarios:

  1. La mer
    a bercé mon coeur
    pour la vie.

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  2. Sólo recuerdo la emoción de las cosas.

    (MACHADO)

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  3. Atan más los papeles que los cordeles.

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  4. Era "Mi lucha"
    un título bonito.
    Y sin embargo...

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  5. Quien se equivoca en los fines, se equivoca en todo.

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  6. Me dicen: ¡Come y bebe, sé alegre tú que tienes!

    Pero ¿cómo voy a comer y beber
    si le arranco al hambriento lo que como
    y mi vaso de agua le falta al sediento?

    Y, sin embargo, como y bebo.

    (BERTOLT BRECHT)

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