viernes, 15 de diciembre de 2017

Sobre la tierra -haikus- (por Rafael Baldaya)



La luna sobre
los columpios, las calles,
los cementerios...

La luna sobre
los tucanes, las hienas,
los escorpiones...

La luna sobre
Moisés, Buda, Confucio,
Jesús, Mahoma...

La luna sobre
Nagasaki, Berlín,
Pearl Harbour, Auschwitz...

La luna sobre
los lagartos gigantes
y los robots.

Sobre la tierra
y todos sus bichitos,
siempre la luna.



5 comentarios:

  1. The moon is always
    over you, and me, and...
    everybody.

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  2. Solo en portugués hay palabra para la luz de la luna:LUAR. Pessoa la usaba mucho.

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  3. Metástasis.

    Buena palabra para darle al perro

    criminal del vecino, o al temible

    jefe que nos amarga con sandeces,

    pero qué rara nos resulta pronunciada

    por la voz triturada de un amigo

    con ojos excavados en un rostro

    que no parece el suyo. Desde antiguo

    sabe escoger la muerte sus pseudónimos.

    Prefiere los eufónicos vocablos

    alzados en tacones de prestigio

    científico. Enciende un cigarrillo

    mi amigo y yo contemplo el grano negro

    que en su pulmón emite una sentencia

    de muerte que otro grano en su garganta

    o en su páncreas repite. Qué hago ahora

    con mis ganas de celebrar el mundo.

    Tres, cinco meses más, qué harías tú,

    pregunta sin mirarme envuelto en humo.

    Se vive dentro del visor del arma

    arbitraría de un francotirador

    apostado en quién sabe qué tejado

    el dedo preparado en el gatillo.

    Camino por la calle soleada,

    siento en la nuca la mirada torva

    del francotirador que me asignaron.

    Se vive dentro del visor de un arma

    que será disparada por borrarte.

    No le ahorres trabajo al asesino.



    (JUAN BONILLA)

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  4. Jodeleñe con Juan Bonilla !

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  5. Como latas de cerveza vacías y colillas
    de cigarrillos apagados, han sido mis días.
    Como figuras que pasan por una pantalla de televión
    y desaparecen, así ha pasado mi vida.
    Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
    con risas de muchachas y músicas de radios…
    Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
    y las canciones de los radios que pasaron de moda.
    Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
    más que latas vacías y colillas apagadas,
    risas en fotos marchitas, boletos rotos,
    y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares

    (ERNESTO CARDENAL)

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