El pájaro que se pierde.
Aquel está en el día en que aparece, en el día más blanco. Pájaro.
Aletea, se vuela. Aletea, se pierde.
Aletea, reaparece.
Se posa. Y después no está más. Con un batir de alas se ha perdido en el espacio blanco.
Así es mi pájaro familiar, el pájaro que acude a poblar el cielo de mi pequeño patio. ¿Poblar? Ya se ve cómo…
Pero me quedo en el lugar, contemplándolo, fascinado por su aparición, fascinado por su desaparición.
Aún no existían
ResponderEliminarlas notas musicales
y él ya trinaba.
Quien se emociona por lo simple suele no ser simple.
ResponderEliminar(NAROSKY)
La ideología es un búnker cognitivo.
ResponderEliminarPasa a la Historia
ResponderEliminarpor una palangana
Poncio Pilatos.
(CUQUI COVALEDA)
Ahora está trabajando, en una habitación
ResponderEliminarno distinta de esta
en la que yo escribo o tú lees.
Su mesa está cubierta de papel.
Una pantalla podría atenuar
la luz de la lámpara, disolviendo la potencia
de la única bombilla,
pero no; la ha quitado.
¿Sus poemas? Nunca los conoceré,
aunque son los que más necesito.
Ni siquiera puedo descifrar
el alfabeto en que escribe. Su silla…
Supongamos que es de cuero
o de lona, de plástico o de mimbre. Dejemos
que tenga una silla, su lámpara sin pantalla,
la mesa. Dejemos que en la habitación contigua
haya uno o dos a los que ama. Dejemos que la puerta
esté cerrada, que los que duermen estén sanos.
Dejemos que tenga tiempo, y silencio,
papel suficiente para equivocarse y continuar.
(JANE HIRSHFIELD)