el resto es un sol ya derretido,
un elefante barbudo y monocromo
que hace otra vez el mismo número
en un circo sin peligro de incendio.
¿Qué día nefasto perdí
la abrigadora idea
de que yo dirigía la corriente,
la abrigadora idea
de que yo dirigía la corriente,
qué día
empecé a darme cuenta
de que era la corriente
la que me llevaba a mí?
empecé a darme cuenta
de que era la corriente
la que me llevaba a mí?
Son los caminos,
ResponderEliminara menudo ellos son,
quienes nos pisan.
...quienes nos andan.
ResponderEliminarNo hay que cambiar de señores, sino no tener ninguno.
ResponderEliminar(BRECHT)