domingo, 14 de abril de 2019

Tus ojos y mis ojos queden juntos (por Carlos Germán Belli)


Nuestro amor no está en nuestros respectivos
y castos genitales, nuestro amor
tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
todo nuestro amor guárdase con pálpito
bajo la sangre pura de los ojos.
Mi amor, tu amor esperan que la muerte
se robe los huesos, el diente y la uña,
esperan que en el valle solamente
tus ojos y mis ojos queden juntos,
mirándose ya fuera de sus órbitas,
más bien como dos astros, como uno.



3 comentarios:

  1. El amor máximo de dos seres quiere ser un ser, un ser conjunto, abarcador y unido: un solo ser.

    Pero no:

    Ser sólo un ser, ser un único ser... no puede ser.

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  2. No. Yo no querría. Porque tendríamos la misma culpa, el mismo dolor, la misma enfermedad, la misma desesperanza y la misma traición. Entonces, no podría ayudarlo.Mi abrazo no sería mi abrazo.Mi mirada no estaría en la suya sino en la mía.

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  3. Me fui quedando acompañado y cierto,
    entendido en los bosques de mi jungla,
    leñador orgulloso de raíces
    que no debieron nunca estar ocultas.
    Lo de siempre se puso a ser distinto:
    el mar entero cupo en una urna,
    el hielo de los vasos provenía
    de una lejana nieve, nuestra y única,
    mis manos migratorias se quedaron
    a vivir en tu tierra más profunda
    y en mi boca, de siempre descontenta,
    dimitían de pronto las preguntas...

    (MANUEL ALCÁNTARA)

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