Un zumito de poesía, recién exprimida, para desayunar cada mañana. (Rico en vitaminas y antioxidantes. Muy muy nutritivo.)
domingo, 7 de abril de 2019
Y se sentó a su lado (por Karmelo C. Iribarren)
¿Qué haces? Nada. Solo miro llover sobre la plaza. Y se sentó a su lado. Y se sumó, en silencio, a aquella celebración de la nostalgia, a aquella exuberencia de la melancolía.
Yo creía que ser amado hubiera sido una injusticia: no creía merecer ningún amor especial, y recuerdo que los cumpleaños me avergonzaban, porque todos me colmaban de regalos y yo pensaba que no había hecho nada para merecerlos y que era una especie de impostor.
A la porra los poetas altisonantes, verborreicos, grandilocuentes...
ResponderEliminar...los Verlaines, los Rimbauds, los Baudelaires, los Eliots, los Keats, los Yeats, los Ezra Pounds, los Góngoras, las Steins...
¡Timadores del oscurantismo y la vana palabrería!
Como en verdad no tienen nada que decir, encubren su vacío con sonoridad, pirotecnia verbal o rima calzada.
Al cuerno con ellos, con sus sofisticaciones y con sus insufribles Parnasos.
¡Y viva, en cambio, la poesía sencilla!: los poemas sinceros, emotivos y humildes como éste. Vivan los pequeños poemas que llegan al corazón.
Yo creía que ser amado hubiera sido una injusticia: no creía merecer ningún amor especial, y recuerdo que los cumpleaños me avergonzaban, porque todos me colmaban de regalos y yo pensaba que no había hecho nada para merecerlos y que era una especie de impostor.
ResponderEliminar(BORGES)
Era yo una piedra que arrojaron lejos y cayó
ResponderEliminarEras tú una piedra que arrojaron lejos, a mi lado
(ZANASIS JATSÓPULOS)