La hermosura de la vida no acaba, y así nos lo parece a los humanos. Y amamos
y vamos ya llegando a la quietud difícil, y aceptarán nuestro silencio
con comprensión, porque nosotros antes
habremos comprendido y aceptado la noche ya sin fin y sin estrellas.
Quizás hayas venido, ahora que nuestros cuerpos se han amado con furia y alegría,
para escuchar de mí esta verdad sencilla, y que aún desconoces:
ningún hombre es feliz.
La felicidad es un equilibrio.
ResponderEliminarSer feliz todo el tiempo no es posible. Sólo a ratos, sólo a trozos, sólo a ráfagas.
La felicidad plena, perfecta y permanente no existe. Y aunque teóricamente existiera, en la práctica tampoco existiría.
Un pajarico alegre
ResponderEliminarpicó tu boca
creyendo que tus labios
eran dos rosas.
Los aires llevan pañuelos,
ResponderEliminarpero nunca les preguntes
de qué cordel los cogieron.