domingo, 20 de octubre de 2019

Transfiguración (por Luis Rosales)


Siento tu cuerpo entero junto al mío;
tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
y viven
su transfiguración,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
¡al fin!
esa frescura súbita

como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable-
mente cediendo,
hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo,
y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.


2 comentarios:

  1. Nuestro amor no está en nuestros respectivos
    y castos genitales, nuestro amor
    tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
    todo nuestro amor guárdase con pálpito
    bajo la sangre pura de los ojos.
    Mi amor, tu amor esperan que la muerte
    se robe los huesos, el diente y la uña,
    esperan que en el valle solamente
    tus ojos y mis ojos queden juntos,
    mirándose ya fuera de sus órbitas,
    más bien como dos astros, como uno.

    (CARLOS G. BELLI)

    ResponderEliminar
  2. TU BOCA UNA NUBE BLANCA

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.