lunes, 18 de abril de 2011

Era inocente cuando me lo puse (por Manuel de Cabral)

Mi cuerpo estaba allí... nadie lo usaba.
Yo lo puse a sufrir... le metí un hombre.
Pero este equino triste de materia
si tiene hambre me relincha versos,
si sueña, me patea el horizonte;
lo pongo a discutir y suelta bosques,
sólo a mí se parece cuando besa...
No sé qué hacer con este cuerpo mío,
alguien me lo alquiló, yo no sé cuándo...
Me lo dieron desnudo, limpio, manso,
era inocente cuando me lo puse,
pero a ratos,
la razón me lo ensucia y lo adorable...
Y quiero devolverlo como me lo entregaron;
sin embargo,
yo sé que es tiempo lo que a mí me dieron.

3 comentarios:

  1. Yo no hablo de venganzas ni perdones. El olvido es la única venganza y el único perdón.

    (BORGES)

    ResponderEliminar

  2. En la celda en que yo estoy
    hay un buen amigo mio
    que me cuenta sus penitas
    y se consuela conmigo.

    ResponderEliminar

  3. A menudo son nuestros defectos los que nos hacen interesantes.

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.