Amo
el río,
ese
río silencioso
que
cruzan gaviotas y navíos,
amo
su agua oscura y dulce,
sucia
por fuera,
tierna
por dentro.
Me
gusta pasear por sus orillas,
escuchar
las cosas que me dice.
Me
gusta
mirarlo
desde el puente,
cerrar
los ojos,
soñar
con que me tiene
entre
sus brazos,
me
tiene para siempre.
Tal vez la idea del suicidio ya rondaba por la cabeza de esta gran mujer. Qué pena que la gente más sensible sea también la más vulnerable.
ResponderEliminarEs una pena que los helados sean legales. Engordan demasiado.
ResponderEliminar(VOLTAIRE)
ResponderEliminarLas apariencias engañan. Las evidencias también.
ResponderEliminarToma, niña, esta naranja
que la cogí de mi huerto.
No la partas con cuchillo,
que está mi corazón dentro.
Se me hizo tarde demasiado pronto.
ResponderEliminarDéjame en paz, memoria; no me cuentes mi vida.
ResponderEliminar(MIGUEL D' ORS)