domingo, 6 de mayo de 2018

Madre (por Carlos Oquendo de Amat)



Madre

Tu nombre viene lento como las músicas humildes

y de tus manos vuelan palomas blancas

Mi recuerdo te viste siempre de blanco

como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso

Entre ti y el horizonte

mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos

Porque ante ti callan las rosas y la canción


5 comentarios:

  1. Es tan bueno tener madre que hasta Dios quiso tener una.

    ResponderEliminar
  2. El día que mi madre muera,
    no le hagan ningún entierro,
    porque un corazón tan grande
    no cabe en el cementerio.

    ResponderEliminar
  3. De pequeñas cosas se hacen las grandes.

    ResponderEliminar
  4. Yo ser casada no quiero,
    sola me he de mantener;
    que el hombre más verdadero
    y de mejor parecer
    no pasa de un embustero.

    ResponderEliminar
  5. Donde haya una bandera vistosa o un Dios airado, que se quite el cocido de los jueves.

    (MILLÁS)

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.