jueves, 13 de febrero de 2014
Ley de los hombres (por Paul Éluard)
La ardiente ley de los hombres
de la uva hacen vino
del carbón hacen fuego
de los besos hacen hombres
La dura ley de los hombres
quedar intacto a pesar
de las guerras y la miseria
a pesar de los peligros de muerte
La dulce ley de los hombres
transformar el agua en luz
el sueño en realidad
y los enemigos en hermanos
Una ley antigua y nueva
que se va perfeccionando
desde el fondo del corazón del niño
hasta la razón suprema
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13 comentarios:
¿Qué habrá visto un hombre como Éluard -capaz de escribir poemas como este- en Elena Ivanovna Diakonova, luego Gala, capaz de casarse con Dalí?
L´ amour est aveugle.
El querer de la mujer
se prende como pajuela:
arde mucho, dura poco,
mal alumbra y mucho quema.
Grandes maestros:
don Error, don Fracaso,
doña Experiencia.
(CUQUI COVALEDA)
Quien más quien menos, a abusar todos tendemos.
En el escritor la brevedad y la claridad no son rasgos de estilo, sino de buena educación.
Con etiqueta,
como si fueran bragas,
las chirimoyas.
(CUQUI COVALEDA)
Cierto Cuqui. Y a mi que me gusta la fruta con piel, tengo que quitarles la etiquetilla o pegatina y aunque las laves no sé si les queda el adhesivo.
Llaman braguitas
a las bragas de esparto
los gilipollas.
¿Bragas de esparto?
Es tejido muy suave:
mejor de lija.
Todo depende
de la delicadeza
de quien las viste.
¡Qué triste iría
Machado en tren de alta
velocidad!
(RAFAEL BALDAYA)
Ningún lugar es tan íntimo como el que comparte un escritor con su escritura. Ni los amantes están tan cerca en su hora de fiebre; ni los hijos en su esplendor de la carne; ni el Sistema en su vigilancia que no duerme. Aquí no existe nada más profundo que la propia mirada. Entre un hombre y sus palabras, ninguna frontera es posible.
(MENÉNDEZ SALMÓN)
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