zUmO dE pOeSíA

zUmO dE pOeSíA
de todos los colores, de todos los sabores

ALEATORIUM: Saca un poema de nuestro almacén

Ver una entrada al azar

lunes, 26 de diciembre de 2016

Tiraron abajo nuestras noches (por Sargon Boulus)


Un camino
señalado por techos encalados
por memorias
bajo un un cielo azul perfecto -donde yo soy un cautivo,
donde mis palabras desean elevarse como las escaleras de una fortaleza,
como voces ensayando subir por una escala perdida
nota tras nota,
en el libro de mi amigo, el que tocaba el laúd, el que murió
de silencio en un exilio solitario-.

Yo di con el sonido, encontré el edificio,
abrí la puerta.
¡En nuestro tiempo las memorias se han desvanecido!
¡Las voces de quien no tiene ya voz
suenan como pequeñas ruedas de una noria en la oscuridad!
Me dicen
que han demolido el cine Simbad.
¡Qué tristeza!

¿Quién navegará los mares de ahora en adelante?, ¿quién verá las focas?
Tiraron abajo nuestras noches,
nuestras camisas blancas, los veranos de Bagdad,
Espartaco, el Jorobado de Notre Dame, Sansón y Dalila.
¿Cómo vamos a poder soñar con viajar
a una isla?
¡Han demolido el cine Simbad!

El ahogado, los cabellos totalmente empapados,
retornaba a la fiesta
después de que apagaban las luces,
apilaba las sillas en la costa vacía
y encadenaba las olas del Tigris.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ahora (como en lo de Sabina) hay allí una sucursal del banco Hispanoamericano.

casa de citas dijo...

Tic tac Tic tac La tijera del reloj
parte el tiempo en dos.

(SYLVIA PLATH)

Ignatius Reilly dijo...

Qué pronto se ha hecho tarde.

(SAVATER)

tERESA pANZA dijo...

Caridad con trompeta vale tres puñetas.

TóTUM REVOLùTUM dijo...

A lo lejos en el siniestro cielo

el sol indiferente gira.

Tu respiración es un silbido tenue.

A 50 grados bajo cero

morir ¿qué significa?

Las montañas miran

y se quedan calladas.



(NINA GAGER TORN, "Desde el Gulag")

Lloviendo amares dijo...


Tú no has nacido para la muerte, ¡inmortal pájaro!
No han de pisotearte otras gentes hambrientas;
la voz que oigo esta noche fugaz es la que oyeron
en los días antiguos el labriego y el rey;
quizá este mismo canto se abrió camino al triste
corazón de Ruth, cuando, con nostalgia de hogar,
llorando se detuvo en el trigal ajeno.

(KEATS)