martes, 11 de febrero de 2014
Porque hoy llegan los bárbaros (por Konstantinos Kavafis)
¿A qué esperamos, reunidos en el foro?
A los bárbaros que deben llegar hoy.
¿Por qué no ocurre nada en el senado?
¿Por qué los senadores están sentados sin legislar?
Porque hoy llegan los bárbaros.
¿De qué serviría que los senadores hicieran ahora leyes?
Una vez que estén aquí, ellos harán la legislación.
¿Por qué se ha levantado tan temprano nuestro Emperador?
¿Y por qué está sentado en el trono en la puerta de la ciudad,
con gran pompa y corona?
Porque hoy llegan los bárbaros
y el Emperador espera recibir a su jefe.
Incluso tiene un pergamino que darle,
repleto de títulos, con nombres imponentes.
¿Por qué salen hoy nuestros dos cónsules y pretores
vistiendo sus escarlatas togas bordadas?
¿Por qué se han puesto pulseras con tantas amatistas,
sortijas relucientes con magníficas esmeraldas?
¿Por qué hoy salen con elegantes varas
hermosamente trabajadas en oro y plata?
Porque hoy llegan los bárbaros
y cosas como éstas les deslumbran.
¿Por qué no vienen nuestros distinguidos oradores de costumbre
a hacer sus discursos, a decir lo que tengan que decir?
Porque hoy llegan los bárbaros
y les aburre la retórica y los discursos públicos.
¿Por qué esta repentina perplejidad, esta confusión?
(Qué serias se han vuelto las caras de la gente.)
¿Por qué las calles y las plazas se vacían tan deprisa,
todo el mundo volviendo a casa absortos en meditación?
Porque ha caído la noche y los bárbaros no han llegado.
Y algunos de nuestros hombres recién llegados de la frontera dicen
que ya no hay bárbaros.
¿Y ahora qué va a ser de nosotros sin los bárbaros?
Aquella gente era una especie de solución.
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5 comentarios:
Los bárbaros nos sejan solos con nosotros mismos. A la intemperie y sin nadie a quien echar la culpa de nuestra condición.
No hay regla sin excepción. Ni siquiera ésta.
A menudo el señor Crusoe echa de menos su isla.
El cielo frío
dibuja en mi mejilla
soplos de mar.
(JOSÉ LUIS MORANTE)
A todo Titánic le llega su iceberg.
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