martes, 25 de febrero de 2014
Y luego nos borramos (por Eloy Sánchez Rosillo)
Después de muchos años
pasé en el autobús hoy por la puerta
de mi casa de niño, mientras iba
a algún otro lugar de la ciudad.
La casa sigue en pie, con su aspecto de entonces,
aunque desvencijada y ya sin nadie.
Unos momentos sólo
tuve para mirarla, y entreví
a mi madre que, aún joven, salía sonriente
de ese portal, conmigo de la mano,
hacia un día del mundo.
El sol de la mañana cayó sobre nosotros
y luego nos borramos en la luz.
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5 comentarios:
Puede que las cosas que pasaron sigan pasando siempre, se queden fijas en el pasado, pero nosotros no estamos allí ya para vivirlas.
La nostalgia es una suerte pues supone que alguna vez uno fue feliz, al menos en la memoria, dentro de cuyos componentes está la imaginación y el autoengaño.
Culillo de mal asiento, ninguna cosa acaba y empezó ciento.
Lo urgente no deja tiempo para lo importante.
No hay nada nuevo bajo el sol, pero ¡cuántas cosas viejas hay que no conocemos!
(BIERCE)
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