sábado, 7 de junio de 2014
Y en general te habías ido (por Juan Gelman)
Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
de veras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general te habías ido.
Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora,
y él sentía tirones detrás del corazón.
A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, anda a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.
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5 comentarios:
Rica ración diaria de vitamina P.
GRACIAS
Ayer estuve en un círculo Podemos,
lustrando la tarima con las nalgas:
tal era la afluencia de la peña.
Les brillaba a unos la calva sudorosa,
a otros apenas si les apuntaba
el bozo adolescente.
Vi a una mujer que amamantaba
mientras leía un panfleto
y a un cura vergonzante en la penumbra.
El ocio forzado de los universitarios se dejaba
palpar por las manos vacías de los ni-nis
-que tanto escarnece el facherío-.
Platicaban -creo- sobre copas colmadas
y no sé qué de los cojones.
Y tras prolijas votaciones a mano alzada
lograron colocar las piezas primerizas
de este nuevo mecano que promete
ser harina de otro costal, de otra molienda, de otros granos,
Y nos dieron las nueve y media y cerrose
el ágora que un director de escuela generoso
nos prestó para la pública asamblea
En un bareto cercano rematé
tomando una birra tostada de Flandes:
cosa buena.
El vino en bota, y la mujer en pelota.
Más vale pan con amor que gallina con dolor.
Paso la noche y el día
tirando a la mar mis penas
porque no podrá ser mía
la mejor de las morenas.
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