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martes, 18 de septiembre de 2018

NOF4: Nannetti, de Volterra (por Robert Rivas)


Suelos que fueran de tierra
pisos
apisonados por millones de pasos anónimos
de los insomnes diurnos
hasta volverlos minerales
despojados de tierra
"de aquí la vida ha migrado
como el sueño de los árboles"

'Parecemos pisar el hueso fósil de la tierra
(del mundo)'

'he pelado los muros con las uñas'
'he fabricado nieve con los ojos'
'he mordido los barrotes hasta oxidarme los dientes'
'he despellejado el viento pegado a las paredes'
'he visto remolinos detenidos
y he penetrado en esos remolinos
y he sido remolineado
hasta la orilla de la muerte'
'he barrido su zócalo'
'he abierto su puerta de piedra'

'Soy Nannetti Oreste Fernando, NOF4,
el de la hebilla,
31 de diciembre en Roma, 1927'

'el vuelo del viento alpino,
su turbión de nieve,
¿nadie más lo vio?
estaban todos enterrados en sus catres
sábanas de hielo y óxido'

'he lamido el agua del piletón negro
la lámina de agua del piletón
era la verdad:
si la pisabas
si la tocabas
sí, la he lamido muchas noches'

'todos parlotean o se callan
yo he arrancado mi voz y la de los otros'
'las voces tocan y huelen'
'he visto enjambres de voces
clavados en los muros de Volterra'

'alguien me dijo: "si un loco te dice que está loco,
no está loco"
y palpé el peligro de esa frase
y decidí que la astrofísica era un lugar más seguro'

'comí la caca de los pájaros
cuando estaba caliente'
'la dejaban caer en mis brazos,
en mi espalda, sobre mi cráneo,
en mi cara'
'comí algunas plumas
y había encontrado un lugar
oculto en la tierra
que me proveía de unos grandes
tréboles morados
que junto con la caca de los pájaros
y las pequeñas escasas plumas que juntaba,
eran una fiesta sin plato'

'nunca he tocado la felicidad'
'la vi pasar de lejos y me aterraba
más que el electroshock,
más que la recorrida de sala de los médicos
una vez al año'

'he habitado diversos terrores
durante tantos muchos años
y nunca supe separarlos'

'la corriente eléctrica entra en el cuerpo
y éste tiene que emplear una gran violencia
para desalojarla
y la agonía es un gran cansancio'

'yo he sentido el cansancio de la piedra en las paredes
y el cansancio del hierro en las rejas
y el cansancio del tiempo sin tiempos
[¿pasado/presente/futuro?]
y sin embargo tantos cansancios
no han logrado secarme'

El Volterra fue construido en la Toscana en 1887.
Entre 1902 y 1909 se agregaron nuevos pabellones:
el Verga, el Charcot, el Ferri.
Nannetti Oreste Fernando fue trasladado a ese Hospital
en 1958. Antes de eso había pasado 10 años en el Hospital Psiquiátrico Santa María della Pietá en Roma.
En el 59 fue trasladado a la sección judicial Ferri. Luego
pasa al Charcot (del 61 al 67). Cuando fue Franco Basaglia a ese Hospital, el Ferri solo contenía 6 mil pacientes,
con 2 inodoros por cada 200 pacientes.

'creo que querían secarme
como a las legumbres, los hongos, los frutos, las nueces,
los tomates'
'pero no me secaba'
'eso que ellos llamaban mi locura
me mantuvo mojado a salvo'
'y me ha condenado'

'"el Volterra es un lugar del que nadie sale",
me decían,
pero yo veía desde las ventanas de arriba
el cementerio
y a esos los veía salir y entrar
de noche
entre rocas lunares fosforescentes
e irse corriendo por los pastizales'

'he caminado desnudo hasta la ciudad de las torres,
he orinado contra la Torre Grossa,
pero nadie me ha visto
y a nadie se lo he contado'

'viví escondido
de todo
no para vivir
sino para que no me encontraran'

'sin saber por qué
necesitaba expresarme,
aunque nunca hablé con nadie
desde el primer día en esta cárcel'
'lo raro es que no sentía que fuese raro
necesitar eso
cuando habría tantas muchas cosas
que necesitaba'

'no sé si ha sido fácil
vivir ocultándome
o si nunca me han mirado'

'con este silencio
de hierro
que duerme entre los ruidos
y que espera el silencio de la noche
para atacar'

"este frío vacío debe ser la Eternidad"

'este patio que alguna vez fue de tierra
y que ahora era una protuberancia ósea del planeta,
este cementerio
porque el otro, entre árboles y pasto y yuyos altos
es un jardín,
y este otro es el verdadero,
nuestra tumba-casa
la gran bóveda en la que se tuercen día a día
una multitud de seres a los que se les extirpara
la esperanza'
'una bóveda es un lugar del que nadie sale
ni siquiera los astrofísicos
ni siquiera sus espíritus'

el Jefe de Guardia del Hospital
patina por las noches por los pasillos vacíos
con las manos a la espalda,
sembrando en el tufo del Hospital
una cancioncilla tenue
e irónica
patina hasta altas horas
mientras la niebla humedece los vidrios donde
hay vidrios
o ingresa de contrabando al cerebro
de los durmientes-muertos
donde no los hay
el Jefe de Guardia nocturna
se pasa la lengua por los labios secos,
piensa en una amante a la que verá mañana,
y gira varias veces
como un vórtice al final del pasillo,
para retomar su marcha deslizante

tenía el cablerío húmedo
tenía el cablerío de tripa porque en aquellos tiempos
había -lógicamente- escaseado el material
tenía el cablerío obsoleto
o, también, tenía el cablerío inadecuado: ese cablerío
no era para él
¿le habían puesto un cablerío equivocado?
¿el que le tocaba a otro?
¿o uno usado, usado ya por muchos demasiados otros?
¿otros que los habían descuidado, desgastado?
pensó en ropa vieja, ropa que no era de su talle,
en ropa sucia, gastada, deshecha,
ropa en la que las fibras ya habían entregado todo
lo que tenían para dar

pensó, también, en cableríos nuevos, brillosos,
lustrados, precisos, correspondientes, adecuados,
certeros: sacados de la caja con todo su potencial
intacto, nunca usados por nadie más; listos para
iniciar una vida útil, varias vidas útiles (cierto que
cada una un poquito menos útil que la anterior)

pensó que habría cableríos apenas usados
y que habría cableríos extenuados, desnaturalizados
por el desgaste
incluso podía haber cableríos desenterrados
cableríos extraídos de pilas de cableríos herrumbrados
cableríos que se habrían vuelto a usar sin siquiera limpiarlos, aunque sea a golpes de electricidad
o a golpes contra el metal, sin pulido alguno,
y puestos, puestos a andar-
arrancar con la máquina ya arruinada
y tener que atravesar la vida con un juego de cablerío
absolutamente 'estragado'
remarla, pedalearla, arrastrarla,
una vida contra natura por un cablerío inútil
del cual debía sin embargo extraer energía,
ideas, deseos, perspectivas, sentimientos, anhelos,
alma

'momentos en los que sé que estoy encerrado en mí
mismo;
en los que estoy encerrado en mí mismo'
'el terror de afuera
el terror de adentro
terror como terrón
como terrón de tierra seca'

'a veces es llegar a tiempo
cavarse un agujero
en la pared de tierra seca
para respirar'

'el terror es una máquina rota
que ponen en tus manos
una máquina rota que no se puede
reparar'

'tuve que prestarme fuerzas a mí mismo,
fuerzas cuyo origen es más oscuro que cualquier origen,
fuerzas que no sé de dónde vienen ni a qué,
si a asistirme o a aniquilarme'
'y más adelante tuve que comprar fuerzas,
sin tener nada con qué pagarlas, por supuesto,
y entonces debí endeudarme
endeudarme hasta lo irremediable'

'deuda progresiva, impagable, inmensa,
que no me permite siquiera la salida-escape
de la muerte'

'de esa clase de lucha
es que he estado hablando sin decir una palabra'

'como si para avanzar tuviese que ir
poniéndome piedras en los bolsillos'
"¡qué bolsillos tan grandes!"
'sí, muchos bolsillos, por todas partes,
bultos, jorobas, montones, tumores'

aún así, si se pertenece a un sistema astrofísico
si, ausente Dios,
(porque de esa ausencia se trata,
y de cualquier sustituto terreno de Dios)
se pertenece sin embargo a un sistema astrofísico
cualquiera
se forma parte, aunque sea del culo
de un telar astrofísico
extendido en el incomprensible espacio
entonces
todo esto que ocurre, que ocurría
y que seguirá ocurriendo,
no es más que una minucia,
un punto cualquiera de una red intergaláctica
y tal vez infinita
y este cablerío estragado que carga como una armadura
fija
este pedrerío que lleva
como una lenta avalancha,
tiene explicación y sentido
tiene razón y motivo
¿ah, maravilla de pertenecer
a un misterio insondable!
qué poca cosa el pedrerío
qué insignificante el cableado
inútil y aborrecido:
ha encontrado al fin su fuerza
entre lo oscuro
su fuerza
su verdadera fuerza
por más interminablemente absurda
que parezca

y
entonces
graba señales



3 comentarios:

Ignatius Reilly dijo...

El Hospital Psiquiátrico de Volterra es ahora una cáscara que se resquebraja de un hospital psiquiátrico que fue cerrado debido al cruel trato que dispensaban a sus pacientes. Uno de esos pacientes, Oreste Fernando Ferri Nannetti, dejó un misterioso código grabado con la hebilla de su cinturón en el yeso de la fachada.

Construido en 1887, en el hospital ahora abandonado se dispensó durante más de 70 un tratamiento muy cuestionable a sus pacientes, antes de ser cerrado en 1978 después de que se aprobara una ley que obligaba a estos establecimientos a dar un tratamiento a los pacientes más humano.

La institución en realidad comenzó como un centro de tratamiento bastante humano con un director que ejercía una política de “no restricción”, con la esperanza de convertir el centro en un pueblo autónomo donde los reclusos podían participar en una terapia ocupacional y no sentirse tan limitados.

Sin embargo a principios de 1960 este sueño había derivado en un horrible maltrato a los pacientes.

Ignatius Reilly dijo...

Justo antes de la aprobación de la ley que cerraría el centro, la institución era conocida coloquialmente como “el lugar de no retorno”, ya que a los pacientes que eran internados en el asilo no se les permitía salir y rutinariamente eran mantenidos en cautiverio más allá de su tratamiento inicial, a menudo por la fuerza.

Después de que el gobierno cerrara las instalaciones, los pacientes fueron trasladados a casas más pequeñas donde pudieran vivir de forma semi-autónoma, y ​​el asilo original fue dejado en el olvido.

Hoy en día los edificios siguen en pie, se desintegra lentamente bajo los estragos del tiempo, a pesar de todo algunos signos de vida de los ex reclusos permanecen en el lugar.

Lo más notable son los grabados en las paredes de un hombre llamado Oreste Ferdinand Nannetti. Las marcas parecen ser una especie de lenguaje rúnico indescifrable que algunos dicen que o bien describen sus alucinaciones o son descripciones enloquecidas de la vida en el psiquiátrico.

Desafortunadamente el yeso en el que están grabados los símbolos se está cayendo lentamente, lo que significa que el espeluznante código puede perderse para siempre.

cajón desastre dijo...

Quién puede dormir cuando ella…

a cientos de millas oigo ese vasto aliento

avivar sus cubiertas agitadas.

Cicatriz tras cicatriz

los eslabones

cascabelean una vez.

Navegamos madre en un océano sin barcos.

Piedad por nosotros, piedad por el océano, navegamos.

(ANNE CARSON)