y los feos son guapos y eternamente jóvenes,
donde los poderosos no abusan de los débiles
y cuelgan de los árboles juguetes y tebeos.
En ese hogar de luz que no hiere los ojos
volveremos tú y yo a decirnos bobadas
cogidos de la mano, viendo morir las olas
sin agobios ni prisas, donde el sol no se pone.
Y viviré en tus labios el amor que la Tierra
sintiera por el Cielo cuando el mundo era un niño,
y el tiempo dejará de salmodiar su lúgubre
canción de despedida mientras nos abrazamos.
3 comentarios:
Claramente ha de haber un sitio mejor que este.
Estupendo poema a cargo de un hombre bien parecido y elegante , y también simpático. Yo colgaria el tbo de doña Urraca , por hacérsele un homenaje al honorable don Quim
Eugenio
THE CRAFT (Robert Rivas)
"Es muy sencillo",
le dijo con una sonrisa obtenida en un exclusivo anticuario,
"sólo hay que empalmar el corazón con las palabras".
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