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viernes, 22 de enero de 2021

Donde fueron los dioses (por Ron Padgett​)


El hombre ha perdido sus dioses.

Si pierde su dignidad

todo ha terminado.


Yo dije eso.

¿Qué quise decir?


Primero, que la creencia

en la divinidad casi ha

desaparecido.


Por "dignidad"

me refiero al respeto

mutuo, la idea

de que nos acoge algún derecho

a estar aquí y que ello

tiene un valor.


(Valores es donde

fueron los dioses

cuando murieron.)


Mi perra Susie no parece

tener valor alguno, pero

nos tiene a Pat y a mí, dioses

que ha conseguido para jugar

y a los que ladrar.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdadera dignidad es el respeto de sí mismo, y el que la tiene, no puede hacer nada que le haga despreciable a sus propios ojos.

(CONCEPCIÓN ARENAL)

cajón desastre dijo...



¿De qué tamaño tendrá Dios
el corazón?

¿Le late a Dios, o
lo tiene detenido?

Debe ser más impresionante
que la mezquita de
Casablanca por adentro:
ya me figuro el ventrículo izquierdo,
su bóveda celeste tiñéndose de rosa,

las amplias avenidas de aquellas venas cavas

y el abismo de su aorta descendente,
o el sonido de la válvula mitral
abriéndose y cerrando su portazo
de cuatrocientos chelos enfrenando al concierto.
Y la sangre ¿ha de ser transparente?
Si nosotros, pedestres, desplazamos
cinco litros de sangre por minuto,
¿cuántos desplaza Dios, si es que le late?

Si nuestro corazón se mueve
y toca sus tambores al margen de nuestra voluntad,
¿el de Él ha conseguido toda su autonomía?

¿O depende del capricho y del menor descuido?

¿Y si no tiene Dios ni corazón ni páncreas,
ni tejido esponjoso ni cerebro?

¿Y
si Dios está vacío?

(EDUARDO CASAR)