sábado, 5 de julio de 2014
La envidia (por Sigfrido Radaelli)
Un corazón alimentado de pesadumbre,
una sucia y lívida columna de fuego,
una gesticulación alevosa,
una mano devorada por monstruos
y otra vacía.
Tengo que retratarte así
mientras rumias tu propia aridez,
mientras tus ojos se cubren de melancolía
porque el bien de tu prójimo
brilla inocente.
una sucia y lívida columna de fuego,
una gesticulación alevosa,
una mano devorada por monstruos
y otra vacía.
Tengo que retratarte así
mientras rumias tu propia aridez,
mientras tus ojos se cubren de melancolía
porque el bien de tu prójimo
brilla inocente.
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8 comentarios:
Envidiamos pq sobrevaloramos. Si estuvieramos dentro del envidiado, no lo envidiaríamos.Seguro q no es para tanto. Seguro q también es un pobre diablillo (como yo, como todos).
La envidia de la virtud
llevó a Caín matar.
Gloria a Caín. Hoy el vicio
es lo que se envodia más.
Envidia.
Y es de Antonio Machado
Los cementerios.
Cuánta gente no-gente
allí reunida.
(CUQUI COVALEDA)
Existe una meta, pero no un camino. Lo que llamamos camino son vacilaciones.
(KAFKA)
Abogado, individuo de cuidado.
La vida parece un boceto, un texto en un cuaderno borrador que no puede corregirse, porque no hay posibilidad de reescritura ni existe un modelo perfecto con el cual comparar lo que esbozamos. Cada día ensayamos partes de una obra que nunca veremos representada en su totalidad. Intentamos aprender de los errores, claro, pero con demasiada frecuencia olvidamos la letra. Y entonces hay que volver a empezar.
(KUNDERA)
Si ya ha caído el rayo, el aviso del trueno sobraba.
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