Somos todos soñadores; no sabemos quiénes somos.
Alguna máquina nos hizo, máquina del mundo, la familia constrictora.
Luego de nuevo al mundo, lustrados por suaves látigos.
Soñamos; no recordamos.
Máquina de la familia: pelaje oscuro, bosques del cuerpo de la madre.
Máquina de la madre: ciudad blanca dentro de ella.
Y antes de eso: tierra y agua.
Musgo entre las rocas, trozos de hojas y pasto.
Y antes, células en una gran oscuridad.
Y antes de eso, el mundo velado.
Es por eso que naciste: para silenciarme.
Células de mi madre y padre, es vuestro turno
de ser fundamental, ser la obra maestra.
Improvisé, nunca recordé.
Ahora es tu turno de ser conducida,
eres la que demanda saber:
¿Por qué sufro? ¿Por qué soy ignorante?
Células en una gran oscuridad. Alguna máquina nos hizo.
Es vuestro turno de abordarlo, volver a preguntar
¿para qué soy?, ¿para qué soy?
3 comentarios:
Es nuestro tiempo de pasarlo bien sin joder al prójimo. No le veo otro sentido. Disfrutar sin fastidiar. He ahí el meaning de la vida.
La diferencia entre los poemas aparentes y los verdaderos poemas es similar a la que hay entre un árbol municipal, plantado en un alcorque por un ayuntamiento, y el árbol silvestre que brota en el campo, esponjado, encendido, poderoso y libre.
(ROBERT FROST)
Tal vez sea preciso
descubrir la experiencia de la duna,
para paladear con calma
la magia del oasis.
(FERNÁNDEZ MOYANO)
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