Las praderas más amplias tienen cercas eléctricas,
pues aunque las reses viejas saben que no han de descarriarse
los novillos jóvenes husmean siempre agua más pura
no aquí, sino en cualquier parte. Más allá de las alambradas
les lleva a chocar contra las alambradas
cuya violencia los desgarra sin mesura.
Ese día el novillo joven en res vieja ha de transformarse,
límites eléctricos a sus más amplias miras.
4 comentarios:
Están las alambras invisibles. Y también las que nos fabricamos... esas autocárceles en que nos recluimos.
Cerdos con escopetas quieren matar lobos
Es más fácil expulsar una piedra del riñón que un prejuicio del cerebro.
(EL ROTO)
Se ha oscurecido
el cielo de repente.
Árbol sin sombra.
(SUSANA BENET)
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