Todavía las olas del mar yendo y viniendo.
Todavía los árboles, la hierba.
Todavía los pájaros.
Todavía los peces.
Todavía la luz del sol cada mañana.
Todavía la lluvia, la nieve, las montañas.
Todavía los gatos y su ronronear.
Todavía los ojos.
Todavía el sonido,
la articulada voz para nombrar el mundo…
Dio la Tierra otra vuelta
e inmerecidamente aguantan,
sobreviven,
nos quedan Todavías.
2 comentarios:
Todavía nos quedan "todavías", pero ¿por cuánto tiempo?
Observad con atención el comportamiento de esa gente:
Encontradlo extraño, aunque no desconocido.
Inexplicable, aunque corriente;
incomprensible aunque sea la regla.
Hasta el acto más nimio, aparentemente sencillo,
¡observadlo con desconfianza! Investigad si es necesario,
¡especialmente lo habitual!
Os lo pedimos expresamente, ¡no encontréis
natural lo que ocurre siempre!
Que nada se llame natural
en esta época de confusión sangrienta,
de desorden ordenado, de planificado capricho
y de Humanidad deshumanizada, para que nada pueda
considerarse inmutable.
(BRECHT)
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