lunes, 6 de enero de 2014
Rendijas (por Susana Benet)
Después de un largo sueño
puedo ver, a través de la persiana,
esa ropa tendida en los balcones,
bajo el radiante sol del mediodía.
No se distingue un alma
ni se oyen voces,
sólo el canto de un pájaro enjaulado
que me anuncia con ímpetu la vida
en esta extraña calma solitaria.
La gente debe andar
en sus quehaceres,
mientras yo me demoro unos instantes
más en el tedio de otro día idéntico,
sin deseos de unirme
al absurdo trajín del mundo,
incapaz de volar, muda en la sombra,
contemplando, a través de las rendijas,
la luz del cielo.
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5 comentarios:
Nuevo día en la vida, a estrenar. Y amanece, que no es poco.
Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a ir a pasar el resto de mi vida.
(ALLEN)
El que tiene buena moza
y viña en camino real,
si las quiere para él solo
mucho habrá de vigilar.
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.
(proverbio japonés)
Yo recuerdo nuestros lugares compartidos
estábamos donde deseábamos,
un prado y sus grandes árboles frente al cielo,
o entre placas de rocas, entre tinieblas?
Yo recuerdo, pero que es esto, recordar?
Rápido la quema de nada en el reloj de la arena,
la memoria, ese pozo. Alrededor del verano
el monte está desierto. Yo estoy allá,
yo levanto la tapa de hierro oxidada
de agua de otro siglo, de otro cielo,
yo me inclino eres tú,
la sonrisa de tantos años en esa noche.
(YVES BONNEFOY)
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