jueves, 28 de agosto de 2014
Televisión (por Manuel Rivas)
A esa hora llegaba mi vieja,
justo cuando el bajo de The Cult
daba aquellos pasos de comanche.
Mi madre,
boqueando después de fregar las oficinas del Fénix Español,
se ponía las zapatillas,
se sentaba en el sofá,
suspiraba en lo más hondo
y cambiaba a la primera cadena.
Anda, vago, sal a la calle y espabila.
Apareció el Empire State
y mi vieja dijo con ternura:
Pobre de la que tenga que fregar todo eso.
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4 comentarios:
Cada día sois una caja de sorpresas.
El hombre perezoso, por no dar un paso al final da ocho.
Juzgamos a los otros para absolvernos.
(JOSÉ EMILIO PACHECO)
Qué olor a Dios echa el trigo.
(MIGUEL HERNÁNDEZ)
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