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viernes, 21 de noviembre de 2014

Allí, resonando (por Roald Hoffmann)

De esta pintura de Munch,
una persona sufriendo sobre un puente,
las manos sobre sus oídos, el observador
podría raspar una minúscula
mota naranja, podría
ponerla sobre un portaobjetos, sintonizar
los rápidos rayos que giran
bajo los aparcamientos y los estadios
de fútbol, aguijoneados por el empujón
etéreo de los imanes, enfocar, porque ese
es su oficio, las partículas de sonda
(lujosas piedras calibradas)
para su desgarrador, dibujado impacto
en la pintura. Lo que se busca
es la fuerza del grito.
Pero la intromisión de la partícula es
muy fuerte, libera sólo
moléculas de pintura, en patente
demostración del Principio
de Incertidumbre. La pintura cuelga;
el cielo noruego y el puerto
recogen el grito, reflejándolo
hacia el cráneo del observador.
Allí, resonando, se produce el cambio.

6 comentarios:

Víctor Saltero dijo...


Aunque la imagen es conocidísima, puede verse por ejemplo en:


http://cdn.traveler.es/uploads/images/thumbs/201306/el_grito_munch_7319_630x.jpg

Tierra de nadie dijo...

Cualquier persona con corazón debe de estar conmovida por el drama que azota al periodista español más grande que vieron los siglos, víctima de una de las conspiraciones más espantosas que ha sufrido un ser humano desde que la serpiente se las apañó para hacer morder a Eva la manzana prohibida, con la falsa promesa de que acabaría siendo Steve Jobs o, al menos, podría venderle el logo de la empresa. Contra Pedro J. Ramírez se ha alzado fuerzas capaces de derribar montañas, ballenas blancas colosales que ignoran que se enfrentan al más ingenuo de los arponeros.

Antes de que se decidiera a ir al juzgado para denunciar la trama internacional que pretende arrebatarle ese arpón que es su afilada pluma y condenarle al silencio mediático, Ramírez ha pasado un calvario en la amplia “mazmorra” que Unidad Editorial quiso hacer pasar por su despacho, obligándole además a disponer de secretaria, chófer y cochazo de empresa, cuando todo el mundo sabe de su carácter austero y machadiano, siempre ligero de equipaje.

casa de citas dijo...

La verdad, para serlo, tiene que ser completa.

(ZWEIG)

indecible dijo...

EL CUADRO DEL MURO FUE ROBADO (LUEGO DESAPARECIÓ) Y LA POETA ESTADOUNIDENSE (DE ORIGEN CHINO) MÓNICA YOUN ESCRIBIÓ ESTE POEMA:

Fue un trabajo sin apenas sofisticación, el robo de El grito.
Eso lo sabemos con certeza, y lo que dejaron —
una escalera ordinaria, una ventana rota,
y cincuenta y un segundos de video, abstractos como una obertura.

¿Y el resto? No lo sabemos. Pero podemos imaginarnos
como la luz de la luna entra a través de la ventana
proyectando un brillo sobre todas las cosas — los cuadros,
las baldosas del suelo, las cuerdas de terciopelo: un patrón único y definido;

la estática histeria de la figura dotada de repente de ironía
por el hecho de que hay algo que sucede realmente; las casas
que se llevan mil manos de tejas a las estupefactas mejillas
a lo largo de la carretera de Oslo a Asgardstrand;

los guardias que entran a la carrera — ¡pero tarde! — para ser recibidos
solo por la sonrisilla desdentada de los muros del museo;
y colgada del cable del cuadro como un anzuelo y su carnada,
una postal: "Gracias por la pésima seguridad".

Los policías, perdidos cual turistas, prosiguen con sus susurros
por las galerías: "¿... pero que significa todo esto?"
Alguien tiene las respuestas, alguien que, al sujetar el marco,
se vio la cara roja por el sol reflejada en ese familiar cielo turbulento.

(Monica Youn, Barter, 2003)

indecible dijo...

Lógicamente quería decir que el cuadro de "El Muro" fue robado y luego apareció. Pero sobre todo quería mandaros el poema que trata de ello.

cajón desastre dijo...


El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.


(MACHADO)