viernes, 28 de noviembre de 2014
Volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme (por José Hierro)
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar estas cosas.
Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como ésta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
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7 comentarios:
Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.
(BALZAC)
Corazón seducido, corazón esclavo.
(proverbio neozelandés)
Lo que empieza con ira acaba con vergüenza.
¿Puedo aullar de hambre imaginada?
(SARAMAGO)
El amor que se oculta
bajo el silencio
hace mayor estrago
dentro del pecho;
porque sus llamas,
como no hayan salida,
queman el alma.
Escribe borracho, pero pule sobrio.
(BURNETT)
Durante siglos, los ateos y agnósticos tuvieron que esconder su escepticismo por miedo al ostracismo social o, aún peor, a ser ejecutados por herejía. Todavía hoy muchas personas (imposible saber cuántas) en muchos lugares del mundo no se atreven a expresar su escepticismo religioso por miedo a las consecuencias jurídicas o sociales.
(SHERMER)
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