En la Odisea, Homero nos descubre
la imprevista existencia de una planta
que en las manos precisas es capaz
de dar un jugo antiguo con que puede
adormecerse la melancolía.
Es la planta Nephentes. El olvido
cuya infusión bebía cada luna
Helena, la de los hermosos pechos,
herida de nostalgia para siempre.
Dónde estará esta noche ese licor.
3 comentarios:
Antonio Muñoz Molina ha llegado a soñar con el asesino de Martin Luther King mientras escribía su nueva novela, Como la sombra que se va, y cree que de no haber sido James Earl Ray el asesino, aquel 4 de abril de 1968, “podía haberlo hecho cualquier otro”.
En la novela, publicada por Seix Barral, el escritor reconstruye el tiempo que Ray permaneció en fuga, en especial los diez días que pasó en Lisboa tratando de conseguir un visado para Angola. “He vivido completamente empapado y sumergido en esta historia. Me dormía y soñaba con eso”, afirma Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013.
“El FBI estaba bajo sospecha, con toda la razón, porque no se había caracterizado por su activismo a la hora de defender los derechos de los negros, ni a la hora de perseguir a los racistas”, comenta el escritor que menciona en su novela las teorías conspiratorias que hay sobre la muerte de King, pero, por lo que él sabe, “no se sostienen”, y ha leído “casi todo lo que hay al respecto”.
¡ Vaya adivino,
que no adivina el gordo
de lotería...!
(RAFAEL BALDAYA)
Lo único seguro es que nada es seguro. (Y ni siquiera esto es seguro.)
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