sábado, 24 de enero de 2015
Y algún día me las traiga (por Juan Carlos Onetti)
Desde hace meses
con inusitada frecuencia
no me deja el cartero cartas tuyas.
Será amnesia del hombre
o tal vez las apile
en un rincón limpio
de su cuarto de soltero
solterón
y algún día me las traiga
cinta rosa
todas juntas
como un banquete
para el olvidado hambriento
que puede imaginarse
desde ahora
una clara catarata
de ternuras y recuerdos.
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6 comentarios:
Uno de los problemas del mundo ha sido el creer dogmáticamente en una cosa u otra. Yo pienso que todas las cosas están preñadas de dudas y que el hombre racional nunca está demasiado seguro de estar en lo cierto. Creo que siempre deberíamos sazonar nuestras opiniones con cierto grado de duda. No me gusta que la gente crea dogmáticamente en ninguna filosofía, ni siquiera en la mía. No, yo pienso que deberíamos abordar nuestras filosofías con cierto grado de escepticismo. Si una filosofía ha de traernos la felicidad, habrá de estar inspirada en sentimientos bondadosos. Marx hacía ver que buscaba la felicidad del proletariado. Lo que realmente buscaba era la desdicha de la burguesía, y fue ese elemento negativo, ese elemento de odio, lo que hizo que su filosofía llevara al desastre.
(RUSSELL)
Si se dan las condiciones necesarias, hazlo.
Si no se dan las condiciones necesarias, hazlas.
¿Qué significan mis años,
si, como esta noche, apartados
mi hija pequeña y yo
de la lluvia silenciosa
nunca me pareció mi muerte
tan cercana a esta lumbre
y a la vez tan remota?
(JOAQUÍN GIANNUZZI)
Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos.
(ADLER)
El único hombre que se comporta con sensatez es mi sastre: me toma las medidas de nuevo cada vez que me ve. Los demás siguen con mis viejas medidas y esperan que me amolde constantemente a ellas.
(SHAW)
Me ve la muerte:
problema de ajedrez.
Ya lo ha resuelto.
(TRANSTRÖMER)
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