el sol que muere; hay ecos de luz en los balcones.
¿No ves, en el encanto del mirador florido,
el óvalo rosado de un rostro conocido?
La imagen, tras el vidrio de equívoco reflejo,
surge o se apaga como daguerrotipo viejo.
Suena en la calle solo el ruido de tu paso;
se extinguen lentamente los ecos del ocaso.
¡Oh, angustia! Pesa y duele el corazón... ¿Es ella?
No puede ser... Camina... En el azul, la estrella.
2 comentarios:
No todas vais al mar, aguas del Duero.
(MACHADO)
Cuando tras el fallo de un premio de lo que se habla es del sexo o la raza de quien ha ganado, me pregunto si me habré metido por error en una feria de eso: de ganado. Y las dentaduras, no se olviden de mirarles también las dentaduras.
(RIVERO TARAVILLO)
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