Las velas desgarradas, el timón arrancado,
bramidos de las aguas, rugidos de los vientos,
resuenan los aterrados gritos de la gente,
los amenazadores aullidos de las bombas,
las últimas amarras se arrancan
de las manos de la tripulación,
el sol desaparece ensangrentado
y se lleva con él toda esperanza.
Sobre húmedas montañas,
que surgen desde el fondo del mar
como edificios, brama triunfal el viento.
Es la muerte que emerge
y avanza hacia la nave
como soldado al asalto de murallas caídas.
Aquí yacen algunos moribundos,
allí otros anuncian que se rinden,
hay quien, con un abrazo, despide a los amigos,
y quien reza pensando
que así espanta a la muerte.
Uno de los viajeros,
sentado en un extremo y silencioso,
pensaba mientras tanto: ¡Qué dichoso
el que ya perdió sus fuerzas, y el que sabe rezar,
y el que tiene con quien decirse adiós!
3 comentarios:
Toda realidad que se ignora prepara su venganza.
Con el primer vaso el hombre bebe vino; con el segundo el vino bebe vino; y con el tercero el vino bebe al hombre.
(proverbio japonés)
Lo que parece que empieza tan sólo continúa.
(BOBIN)
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