sábado, 28 de marzo de 2015
Y aquí tienes tu cordón (por Billy Collins)
El otro día mientras me dedicaba a rebotar lentamente
por las paredes azules de esta habitación,
yendo de la máquina de escribir al piano,
de la estantería a un sobre que estaba en el suelo,
di a parar a la sección C del diccionario
donde mis ojos fueron a caer en la palabra cordón.
Ninguna galleta mordisqueada por un novelista francés
podría retrotraerte al pasado tan de repente
-un pasado donde me sentaba en un banco de trabajo en un campamento
junto al profundo lago Adirondack
aprendiendo a trenzar tiras finas de plástico
para hacer un cordón, un regalo para mi madre.
Nunca había visto a nadie usar un cordón
o llevar uno puesto, si eso es lo que se hacía con ellos,
pero eso no evitó que yo entrecruzara
hebra sobre hebra una y otra vez
hasta que hice un compacto
cordón rojo y blanco para mi madre.
Ella me dio la vida y leche de sus pechos,
y yo le regalé un cordón.
Ella me dio el pecho en más de una sala de espera,
me dio cucharadas de medicina,
colocó paños fríos en mi frente,
y luego me mostró el camino hacia la luz etérea
y me enseñó a caminar y a nadar,
y yo, a cambio, la obsequié con un cordón.
Aquí tienes miles de comidas, dijo,
y aquí tienes ropa y una buena formación.
Y aquí tienes tu cordón, contesté,
que hice con un poco de ayuda del monitor.
Aquí tienes un cuerpo que respira y un corazón que late,
fuertes piernas, huesos y dientes,
y dos ojos limpios para leer el mundo, susurró ella,
y aquí, dije yo, está el cordón que hice en el campamento.
Y aquí, deseo decirle ahora
tienes un regalo más pequeño -no la ancestral verdad
de que nunca puedes corresponderle a tu madre,
sino el compungido reconocimiento de que cuando
cogió de mis manos el cordón a dos colores,
estaba tan seguro como pueda estarlo un chaval
de que esta cosa sin valor e inservible que trencé
de puro aburrimiento sería suficiente para quedar en paz con ella.
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4 comentarios:
Este lo teniais que haber puesto el dia de la madre.
(No hay acentos en mi teclado)
Imprudente es arriesgar lo seguro por lo incierto.
De leyes y de medicina, toda la gente opina.
Vallejo escribiendo sobre
la soledad mientras se muere de hambre;
la oreja de Van Gogh rechazada por una puta;
Rimbaud huyendo a África
en busca de oro para encontrarse
con una sífilis incurable;
Beethoven quedándose sordo;
Pound arrastrado por las calles
en una jaula;
Chatterton tomando raticida;
los sesos de Hemingway cayendo en
el zumo de naranja;
Pascal cortándose las muñecas
en la bañera;
Artaud encerrado con los locos;
Dostoievski en el paredón;
Crane arrojándose a una hélice de barco;
Lorca acribillado en la carretera por tropas españolas;
Berryman saltando de un puente;
Burroughs disparando a su mujer;
Mailer apuñalando a la suya.
---eso es lo que quieren:
un maldito espectáculo
una cartelera luminosa
en medio del infierno.
eso es lo que quieren,
esa panda de
aburridos
balbucientes
prudentes
plomizos
devotos del
carnaval.
(BUKOWSKI)
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