y castos genitales, nuestro amor
tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
todo nuestro amor guárdase con pálpito
bajo la sangre pura de los ojos.
Mi amor, tu amor esperan que la muerte
se robe los huesos, el diente y la uña,
esperan que en el valle solamente
tus ojos y mis ojos queden juntos,
mirándose ya fuera de sus órbitas,
más bien como dos astros, como uno.
3 comentarios:
El amor máximo de dos seres quiere ser un ser, un ser conjunto, abarcador y unido: un solo ser.
Pero no:
Ser sólo un ser, ser un único ser... no puede ser.
No. Yo no querría. Porque tendríamos la misma culpa, el mismo dolor, la misma enfermedad, la misma desesperanza y la misma traición. Entonces, no podría ayudarlo.Mi abrazo no sería mi abrazo.Mi mirada no estaría en la suya sino en la mía.
Me fui quedando acompañado y cierto,
entendido en los bosques de mi jungla,
leñador orgulloso de raíces
que no debieron nunca estar ocultas.
Lo de siempre se puso a ser distinto:
el mar entero cupo en una urna,
el hielo de los vasos provenía
de una lejana nieve, nuestra y única,
mis manos migratorias se quedaron
a vivir en tu tierra más profunda
y en mi boca, de siempre descontenta,
dimitían de pronto las preguntas...
(MANUEL ALCÁNTARA)
Publicar un comentario