martes, 18 de noviembre de 2014
Están ahora alquilados (por Konstantinos Kavafis)
Qué bien conozco este cuarto,
éste y el contiguo están ahora alquilados
para oficinas comerciales. Toda la casa se ha convertido
en despachos de corredores, de comerciantes
y sociedades mercantiles.
¡Ah, qué familiar me es este cuarto!
Aquí, junto a la puerta, estaba el canapé,
y, delante de él, una alfombra turca;
al lado, la estantería, con dos jarrones amarillos.
A la derecha, no, enfrente, un armario de espejo.
En medio, la mesa donde escribía
y los tres sillones de mimbre.
Junto a la ventana se hallaba la cama
en que tantas veces nos amamos.
Aún estarán por algún sitio esos viejos muebles.
Junto a la ventana estaba la cama;
sólo hasta la mitad la bañaba el sol del mediodía.
… Una tarde, a las cuatro, nos separamos
por sólo una semana… Pobre de mí,
aquella semana se convirtió en eterna.
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2 comentarios:
Ahora está muerto y le digo:
—¿Qué hará usted, Don Nicanor,
en un cielo sin caballos,
sin vino, retruco y flor?
Todas las lenguas son más complejas de lo que necesitan.
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