cuánta inspiración
te aportaron tus vicios,
la deuda de la imaginación
con la tentación
a la que cediste,
que más de un hermoso
verso expresivo
no habría existido
si hubieras ofrecido resistencia:
como poeta, tú
sabes que es cierto,
y aunque en la iglesia
a veces rezas
para sentirte contrito,
no funciona.
"Felix culpa", dices:
e igual tienes razón.
Esperas, sí,
que tus libros te justifiquen,
te salven del infierno:
aun así,
sin parecer triste,
sin que en modo alguno
dé la impresión de que te culpa
(no le hace falta,
bien sabe
a qué hace caso
un enamorado del arte como tú),
Dios puede hacer
el Día del Juicio
que te deshagas en lágrimas de vergüenza
recitando de memoria
los poemas que
habrías escrito si
hubiera sido digna tu vida.
4 comentarios:
Oiga, doctor,
que ya no se me empina,
dedde que me mandó
tener cuidado con la nicotina.
Nuestros defectos son lo que nos hace interesantes.
A menudo las mismas cosas, vistas por dentro, y vistas por fuera, son lo contrario.
Para limpiar los ojos
basta un árbol.
(JUAN MARQUÉS)
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