Las llaves, las tazas de té, la cesta del pan, sábanas y una cama.
Un ajuar de palabras, de gestos, traídos, usados, gastados.
Unas normas de casa respetadas. Dichas. Hechas. Y siempre tendida la mano.
Me enamoré del invierno, de un septeto vienés y del verano.
De mapas, de una cabaña en la montaña, de una playa y una cama.
Un culto hecho de fechas, de irrevocables promesas,
de adorar un poco y ser devoto ante nada,
(…los periódicos doblados, las cenizas frías, el trozo de papel con una nota a mano)
de religión intrépida, puesto que la iglesia era esta cama.
De la vista del lago surgió mi inagotable pintura.
Desde el balcón había que saludar a la gente, mis vecinos.
A salvo junto a la chimenea cobraba su color más intenso mi pelo.
Era el timbre de la puerta al sonar la alarma de mi alegría.
No es a ti a quien perdí,
sino al mundo.
3 comentarios:
Fui como hierbas
y no me arrancaron.
Fui como flecha
y no me arrojaron.
(ROBERT RIVAS)
Hay más duda que certeza.
Hay más pérdidas que encuentros.
Hay más heridas que vendas.
Hay más dolor que consuelo.
Un perro del que te deshaces
es un perro para toda la vida.
No hay perro que aúlle como el que echaste en la noche.
Intenta mirar a un perro así a los ojos.
(ARMITAGE)
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