un pájaro de abril arriba el suave pico de sombra
al cono de luz verde y roja donde su mirada no puede dormir
él agradece con pequeños signos
al silencio enorme del pájaro
el sol le arrebata los ojos
la piel
el agua de la piel
enceguecido no ve que la muerte
se descuelga del sol
la muerte es un manto en sus hombros
un guante de arena
un pez de agua
una llama negra en la palma de la mano
tiene olor de piedra
olor de aire
y de serpiente y de flor que llora
él la recoge y la bebe
a sorbos lentos y prolongados
ella baja
recorre su albergue último
pinta de rojo las paredes
las ventanas de azul
la boca una fuente para la hierba
el esqueleto un arpa sin voz
un pájaro de abril arrima el suave pico de sombra
donde sus ojos desfondaron al mar
y el viento futuro vigila
se ha dormido a la sombra del pájaro
a tientas por el mundo angosto corredor
bajo el remolino llamado dios
átame a tus flores
asegúrame con piedras
a tu noche de párpados rotos
búscame con fuego
estoy en tu rincón bajo el polvo
estoy en tu bolsillo dame la mano
sofócame en tu bosque de sangre
secuéstrame con espada de agua
4 comentarios:
¿Dónde vas a llevarme, pájaro? ¿Hasta qué sitio vas a volar, llevándome cogido? ¿Dónde irás conmigo, pájaro, a posarte (y posarme)?
Nadie conoce esta pequeña rosa.
Podría haber sido una peregrina
si no la hubiera cogido yo de los caminos
y te la hubiera ofrecido a ti.
Sólo una abeja la echará de menos,
sólo una mariposa,
apresurándose tras un largo viaje
para descansar en su regazo.
Sólo un pájaro se preguntará dónde está.
Sólo una brisa suspirará.
¡Ah, pequeña rosa, qué fácil,
para alguien como tú, morir!
(EMILY DICKINSON)
No hay rastro de humor en los 31.102 versículos de la Biblia. No hay rastro de humor en la letra de los 194 himnos nacionales.
(WAGENSBERG)
Me llevaron antes, me arrancaron antes, me cortaron antes de que me diese cuenta. Ya no fue posible florecer.
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