Hay una plaza inmensa allá afuera.
la madera antigua con que fueron hechos los postigos.
Ya no veo la plaza, ahora la imagino.
Ahora sé por qué ha resistido tantos años.
Está hecha de nada,
de recuerdos que le dan forma.
Y uno puede quitar las rejas, las estatuas,
quitar la plaza.
Caminar sobre la tierra espesa.
Mirar la iglesia, la torre, el campanario,
sentir el ruido del bronce que ahuyenta las palomas.
Mirar la plaza de lejos sobre el puente,
regresar luego a los arcos, a los portales.
Regresar a esas ruinas que aún no fueron fundadas,
regresar a uno mismo.
Y abrir los ojos, las ventanas,
caminar luego por la plaza.
Palparla tal como es, volver a hacerla,
morirse de viejo,
fundarla.
3 comentarios:
Muchas cosas, como esa plaza, pueden estar muy cerca y muy lejos a la vez.
Ludimila Quincoses: Poetisa, narradora, editora y periodista espirituana. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y de la Asociación Hermanos Saiz.
Llego por casualidad a este blog y me quedo para leeros pues me ha parecido muy interesante.
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