¡Tú, aire que me brindas el aliento para hablar!
¡Vosotros, objetos que concentráis mis significados y les dais forma!
¡Tú, luz que me envuelves y envuelves a todas las cosas con delicadas e iguales túnicas!
¡Vosotros, senderos abiertos en las hondonadas irregulares junto a las carreteras!
Creo que palpitáis de existencias no vistas, me sois tan queridos.
¡Vosotras, calles marcadas de las ciudades! ¡Vosotros, ásperos rebordes de las aceras!
¡Vosotros, transbordadores! ¡Vosotros, tablados y postes de los embarcaderos!
¡Vosotras, paredes entablilladas! ¡Vosotras, embarcaciones distantes!
¡Vosotras, hileras de casas! ¡Vosotras, fachadas agujereadas por ventanas! ¡Vosotros, techos!
¡Vosotros, umbrales y entradas! ¡Vosotras, alféizares y barandillas de hierro!
¡Vosotras, ventanas cuyas cubiertas transparentes podrían exhibir tanto!
¡Vosotras, puertas y escalinatas! ¡Vosotros, arcos!
¡Vosotras, grises piedras de interminables empedrados! ¡Vosotros, enmarañados cruces!
De todo cuanto os ha tocado creo que habéis tomado algo y ahora, secretamente, queréis compartirlo conmigo,
De lo vivo y lo muerto habéis poblado vuestras impasibles superficies, y los espíritus que allí reposan serán patentes y amigables para mí.
3 comentarios:
Nuevo fragmento del Canto del camino abierto, con traducción publicada por Carlos Ciro en el blog "Errancias de sombra". Seguiremos publicando más pasajes en próximas semanas.
Muchas cosas he leído y pocas he vivido.
(BORGES)
Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido peligrosamente el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.
(NIETZSCHE)
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