quisimos ciudades a destajo libros quizá destronando realidades o al revés
quise una isla encima de una hamaca
que meciera mi cuerpo hasta dejarme botada junto al resto en las veredas
tus cimientos son puro barro no hay manos suficientes
para crear siquiera la ficción de una patria
mi raíz se cierra a la tierra se enrosca no alcanza
todo lo que somos estrechándose y al otro lado
nadie o vestigios de los que estuvieron aguardando palabras
esperaste que esta casa a techo abierto fuera un hogar
pero quién dime quién podrá alguna vez soportar el viento
rasgando el cuerpo quién dime recordará
lo que se hizo en una pequeña esquina mientras allá afuera
escribían una historia o construían otras casas quién aguanta
su propio reflejo devolviéndose y diciendo no quién
si hubo alguna vez una raíz que saliera de mi cuerpo
agua siquiera o humedad si hubo hogar
es esto que destruyo al nombrarlo
los jardines tienen términos salidas túneles
entro acá y rehúyo dime quién se quedará
en la mitad de este jardín simulando que es más que un patio trasero
quién aguanta lo propio o soporta el silencio habitando
la memoria lo blanco haciendo sombras
la historia en el centro y palabras dispersas en lo que nadie ve
4 comentarios:
Es difícil pero necesario ser, uno mismo (¡ UNO MISMO !), una casa hospitalaria; un hogar acogedor para uno mismo.
Siempre creí poder realizar mi trabajo intelectual totalmente solo, sin ninguna clase de seres humanos, lo que tuvo que revelarse como un error, pero también el que realmente necesitamos a alguien es a su vez un error, necesitamos a un ser humano para ello y no necesitamos a ninguno, y unas veces necesitamos a alguien y otras veces no necesitamos a nadie y otras veces necesitamos a alguien y al mismo tiempo no necesitamos a nadie...
(BERNHARD)
el misterioso amor de las cosas
que nos ignoran y se ignoran
(BORGES)
La felicidad camina de puntillas. La desgracia anda dando taconazos.
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