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lunes, 7 de diciembre de 2015

Oda a Venecia ante el mar de los teatros (por Pere Gimferrer)


Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos.
Con qué trajín se alza una cortina roja
o en esta embocadura de escenario vacío
suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
palomas que descienden y suavemente pósanse.
Componer con chalinas un ajedrez verdoso.
El moho en mi mejilla recuerda el tiempo ido
y una gota de plomo hierve en mi corazón.
Llevé la mano al pecho, y el reloj corrobora
la razón de las nubes y su velamen yerto.
Asciende una marea, rosas equilibristas
sobre el arco voltaico de la noche en Venecia
aquel año de mi adolescencia perdida,
mármol en la Dogana como observaba Pound
y la masa de un féretro en los densos canales.
Id más allá, muy lejos aún, hondo en la noche,
sobre el tapiz del Dux, sombras entretejidas,
príncipes o nereidas que el tiempo destruyó.
Qué pureza un desnudo o adolescente muerto
en las inmensas salas del recuerdo en penumbra
¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido
y éste fue el sufrimiento que punzaba mi piel?
Qué frágil era entonces, y por qué. ¿Es más verdad,
copos que os diferís en el parque nevado,
el que hoy así acoge vuestro amor en el rostro
o aquel que allá en Venecia de belleza murió?
Las piedras vivas hablan de un recuerdo presente.
Como la vena insiste sus conductos de sangre,
va, viene y se remonta nuevamente al planeta
y así la vida expande en batán silencioso,
el pasado se afirma en mí a esta hora incierta.
Tanto he escrito, y entonces tanto escribí. No sé
si valía la pena o la vale. Tú, por quien
es más cierta mi vida, y vosotros que oís
en mi verso otra esfera, sabréis su signo o arte.
Dilo, pues, o decidlo, y dulcemente acaso
mintáis a mi tristeza. Noche, noche en Venecia
va para cinco años, ¿cómo tan lejos? Soy
el que fui entonces, sé tensarme y ser herido
por la pura belleza como entonces, violín
que parte en dos aires de una noche de estío
cuando el mundo no puede soportar su ansiedad
de ser bello.

6 comentarios:

TóTUM REVOLùTUM dijo...

La gaita es el eslabón perdido entre el ruido y la música.

ORáKULO dijo...

Deshacer un error siempre lleva más tiempo que cometerlo.

Aldonza Lorenzo dijo...



En amistad y en amor, mandar es cosa de dos.

casa de citas dijo...

¿Cómo sentiría uno el tiempo sin relojes, sin el sol, teniendo sólo el cuerpo para medirlo?

(ONETTI)

cajón desastre dijo...

Una mente es su propio lugar, y por sí sola puede hacer un cielo del infierno, y un infierno del cielo.

(MILTON)

Fuego de palabras dijo...

Vendé los ojos de los árboles
con un pañuelo verde
y dije: búsquenme.

Y los árboles me hallaron en seguida
con una carcajada de hojarasca.

Vendé los ojos de los pájaros
con pañuelo de nubes
y dije: búsquenme.

Y me hallaron los pájaros
con un trino.

Vendé los ojos de la tristeza
con una sonrisa,
y me halló la tristeza al día siguiente
en un amor.

Vendé los ojos del sol
con mis noches
y dije búsquenme.
Allí estás, dijo el sol,
detrás de ese tiempo,
no te ocultes más.

No te ocultes más
me dijeron todas las cosas
y todos los sentimientos
a los que intenté vendar los ojos.

(MARIN SORESCU)